Alfred y Enid son una pareja de ancianos del Medio Oeste norteamericano, tradicionales, conservadores y pertenecientes a una generación anticuada. Alfred es un ingeniero jubilado, que sufre en la soledad de su sótano las alucinaciones de su demencia y los síntomas del Parkinson. Su esposa Enid es una mujer neurótica y manipuladora, su mayor obsesión es reunir a toda la familia en Navidad.
Sus hijos pertenecen a otra generación más liberal, obsesionada por el dinero y el afán consumista. Gary es el mayor, un banquero que triunfa en su profesión a la vez que sufre en su matrimonio, harto de desmentir una depresión que no padece ante su mujer y sus caprichosos e insoportables hijos. Chip es el intelectual de la familia, un ex-profesor universitario de Nueva York de dudosa moral que fue expulsado tras acostarse con una alumna y que se mete en negocios turbios. Denise es la pequeña, una prestigiosa chef de un restaurante de moda, incapaz de mantener una relación sentimental saludable y llena de confusiones sexuales.
Estos son los Lambert, la familia que presenta Jonathan Franzen en "Las correcciones". Los Lambert son una familia típica norteamericana, similar a la de cualquier otro país occidental. Podrían vivir en la casa de al lado, ser compañeros de trabajo o conocidos nuestros. Los encontraríamos por la calle, charlaríamos con ellos y nos parecerían agradables, normales. No tienen problemas económicos, aparentemente viven bien y no despiertan alarma. Pero los Lambert están enfermos, cada uno de ellos a su manera, por dentro, como si de un cancer invisible se tratara. Ninguno de ellos se siente íntegro, todos sufren, a todos les duele la vida. Se encuentran desubicados, se han desviado del camino y cada uno intenta corregir sin éxito la trayectoria de sus vidas.
La sociedad contemporánea se enorgullece de haber alcanzado una cultura del bienestar, se supone que el sistema establecido sirve para que la mayoría de los ciudadanos disfruten de una vida buena. Entonces, ¿por qué es tan difícil mantenerse sano? Sano mental y psicológicamente, feliz, en paz consigo mismo.
"Las correcciones" de Jonathan Franzen es una novela simpática, fácil de leer y divertida en muchos momentos, con un transfondo amargo que preocupa e invita a la reflexión. Parece difícil mantener la estabilidad emocional y la integridad humana cuando estamos expuestos a un entorno tan poco favorecedor, donde cada vez que bajamos la guardia nos acechan los mismos fantasmas, que intentan aprovechar nuestros miedos y paranoias.