Placeres febriles

Luz Céspedes
No estamos en edad de privarnos de nada...
la vida es muy corta
como para despilfarrar los pecados que nos quedan.

Aférrate al deseo,
a la pasión,
o a la locura...
haz que tus gemidos se escuchen,
grita,
arrebata,
exige,
libérate de ti mismo,
tienes derecho a todo,
a dejar o quitar,
a entregar o pedir,
con tu nombre propio o sin él,
sacia tu piel de caricias,
llénate la boca de besos,
y el sexo de orgasmos.

Porque en el pecado,
no hay sentimiento,
sólo placer.
Texto libre Trabalibros

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