Digestión idílica (Violeta Nicolás)-Trabalibros
Digestión idílica
Ficha técnica:
Autor: Violeta Nicolás
Editorial: Diego Marín en colaboración Espacio Molinos del río, Murcia
ISBN: 978-84-15668-37-4
Número de páginas: 109
Género: Poesía
"Digestión idílica" es un libro especial que te sorprende conforme vas de una página a otra, no es un libro de poemas ilustrado al uso. La fotografía se relaciona y complementa con el dibujo de una manera original, profundizándo en las palabras escritas que adquieren de este modo distintos matices.

Las fotografías son en su mayoría de performances, esto es, una especie de acciones simbólicas que nos hacen pararnos a pensar en su posible sentido. Es curiosa una de ellas en la que aparece un WC con confetti, o en otra que aparece haciendo unos gestos con las manos que vienen del yoga, una tradición milenaria. No resulta aburrido esto del yoga, porque a su vez se asocia a dibujos animados, y a historias curiosas, como la de “Sailor Moon” que nos resultan familiares para aquellos que los seguíamos de pequeños. Lo cierto es que los dibujos y el imaginario propuesto, recuerda al mundo Pop -popular- por un lado, a la música: "The Beatles". Hace algunos juegos de palabras, beatles como beetles, que significa en inglés: escarabajo, y a su vez lo relaciona con Kafka, en una especie de ilustración o collage de un desayuno o un bodegón que supone una “naturaleza muerta” con bichos incluidos que en ocasiones bailan y nos recuerdan a obras de Federico García Lorca. En algunos títulos de los poemas hace referencia a canciones de los beatles, como “Yesterday”, “Across the universe” o “Let it be” sugiere la melodía de esas canciones o el sentido de esas palabras, en una llamada a la lírica que encierran, en la nostalgia por la música escuchada en el pasado que ahora vuelve de manera distinta. Por otro lado, está presente la cultura del comic y del manga, en concreto “Gokicha”, una historia, con humor, cuya protagonista es una cucaracha o “Sailor Venus” -un personaje de “Sailor Moon” que ya hemos comentado antes- que nos recuerda el poder de los afectos y del amor. 

También es interesante su acercamiento al caligrama, en una especie de jeroglíficos, que te hacen permanecer pensativo unos instantes. En alguno de ellos, somos capaces de interpretarlos si conocemos el inglés, porque hace juegos de palabras con este idioma y con el sonido correspondiente a otro sentido en español, por ejemplo con “I” =  “ay”. 

Hace referencia a personas importantes del mundo del arte, como Francis Bacon, Friedrich, Marcel Duchamp o Elsa Von Freitag Loringhoven. Me han emocionado algunos versos en los que nos hace imaginar uno de los cuadros del pintor Friedrich, esos paisajes sublimes en los que aparece una figura humana ante la inmensidad de la naturaleza. Lo paradójico es que parece abominar precisamente esos cuadros, en una especie de sentimiento intenso de desasosiego o inquietud, que me recuerda a alguno de los poemas de Rilke sobre la noche. 

Encontramos poetas referentes actuales como Agustín Fernández Mallo, y otros como Alejandra Pizarnik o una cita preciosa de Apollinaire, “Perdre/Mais padre vraiment/Pout laisser place à la trouvaille”. Sin embargo en algunos segundos, con sus versos sutiles, nos sugiere a Emily Dickinson en una dimensión de la consciencia de lo vulnerable pasajero, en una especie de búsqueda permanente.  

Me ha sorprendido su manera de reinterpretar ciertos mitos clásicos, casi de forma natural o espontánea. En una primera lectura, puede parecer un poemario de versos tristes, pero descubrimos mucha ironía y aliento, cierta profundidad, en la consciencia de la importancia de nuestra vida y nuestra fragilidad, la dependencia al alimento, por el que podemos sobrevivir, sin embargo, la comida no nos alimenta del mismo modo sin afectos, sin una “digestión idílica”.
Curiosidades:
Violeta Nicolás, es artista multidisciplinar -considerada “freak” por algunos-, le interesa la performance, colabora en talleres del Aula de Teatro de Alcalá y es doctoranda. Algunos de los poemas del libro forman parte del primer premio de poesía Creajoven que obtuvo en 2010, también hay imágenes que formaron parte de la exposición -con el mismo título que el libro- que realizó en Espacio Molinos del Río (Murcia) el cual colabora en la edición de libro. Colabora con personas que realizan un trabajo en torno al aprovechamiento eficiente de alimentos y con Abierto de Acción, una asociación de Arte de acción. Tiene una gata blanca, un novio con el pelo blanco -como la nieve- y una hermana con el síndrome de down. No come carne, le gusta cocinar e inventar recetas creativas y nutritivas.
Violeta Nicolás-Trabalibros
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