Butes (Pascal Quignard)-Trabalibros
Butes
Ficha técnica:
Editorial: Sexto piso
ISBN: 978-84-96867-81-9
Número de páginas: 96
Género: Narrativa
Valoración:
Según la literatura clásica griega los tapones de cera o los tañidos de la cítara, a modo de contra-canto, fueron suficientes para que la valiente tripulación de Ulises o la de Orfeo no se lanzaran al agua en pos del canto de las sirenas. Los remeros permanecieron anclados a su banco, ajenos a la llamada de los pájaros con cabeza y pechos de mujer. Todos excepto uno: Butes.

Butes soltó el remo, se salió de la fila y se zambulló en el mar, su corazón "ardía por escuchar". Nadó con fuerza hacia la isla de las sirenas y pereció antes de llegar, los pájaros con rostro de mujer "le arrebataron el retorno". ¿Por qué Butes saltó? ¿Por qué rompió la uniformidad, aun a riesgo de perder su vida? ¿Qué fuerza misteriosa lo arrastró? ¿Qué profundo y primitivo resorte accionó esta llamada animal?

Este episodio sirve a Pascal Quignard para reflexionar acerca de la tensión existente entre dos músicas que son en realidad dos estados del ser. Por una parte la música de Orfeo, articulada, pautada, música humana que transforma al individuo en social, música ordenada y ordenante, música que hace que los hombres remen y sigan remando, música salvífica. Por otra parte el canto de las sirenas es animal, pre-cultural, errático, es una música de perdición que lleva fuera de lo humano, conduce hacia el abismo. No es un lenguaje, es una fuerza que anonada. Resuelve allí donde el pensamiento teme llegar.

El canto de las sirenas es una invitación no a escuchar, sino a aproximarse, a volver al agua, a arrojarse al agua, a nadar hacia la cosa que obsesiona liberándose de todas las precauciones. Es una invitación también a volverse intrauterino para responder a la pregunta de "¿qué pensaba antaño nuestra cabeza en el agua?", en el agua primal que tamizaba todo sonido o sensación que nos llegaba del mundo. Lanzarse al agua para recuperar "la espontaneidad soberana de la naturaleza", la animalidad anterior, la desindividuación. 

"Ven aquí, aquí en la dulzura de la voz-miel, porque nosotras, nosotras conocemos los sufrimientos. Conocemos todos los sufrimientos que los dioses envían sobre la tierra de los hombres". Así hablan las sirenas. ¿Qué pasaría si cesara el canto de las sirenas? Seguramente, como dice Vladimir Holan, los ángeles cuadricéfalos del coche fúnebre nos llevarían hasta el silencio musitando entre sí: "¡bajito, bajito, no les despertéis!.

Dedicado a Jan Dismas Zelenka.
Enviado por: Bruno Montano
Curiosidades:
- Según Pascal Quignard, de entre todos los músicos es Schubert el que compone una música que se asemeja más a un auténtico canto de sirena. Sin este músico -afirma Quignard- no comprenderíamos el estado originario de los primeros días de existencia atmosférica.
Otros libros de este autor:

El sexo y el espanto

La frontera

Vida secreta

Nombre en la punta de la lengua

Pascal Quignard-Trabalibros
Libros con ideas afines:
En ambos libros se dan ejemplos de personas capaces de oir las "epifanías no lingüísticas de lo real", desdeñando las palabras y su insuficiencia.
Colabora en Trabalibros
subir